03.03.2013 | 04:23
Andrés VELASCO
El color contrastó ayer con el blanco nuclear de la nieve en las pistas de Fuentes de Invierno. La «Red Bull Home Run» reunió ayer, en el complejo allerano, a 150 esquiadores que participaron de una novedosa prueba que, por primera vez, se celebra en España y combina el deporte con la diversión. De hecho, uno de los premios se otorga al esquiador mejor disfrazado. Tal fue el éxito que, si en un principio la organización había acotado el número de inscripciones a las 100, finalmente se decidió ampliar en medio centenar esta cifra por la alta demanda.
Entre los disfraces más llamativos se encontraban personajes conocidos como Bob Esponja o Blancanieves, aunque también animales, policías y hasta un plátano fueron los ropajes elegidos por los participantes para la primera etapa de la «Home Run» organizada por la marca de bebidas, y cuya segunda parada ya será en Andorra, en la estación de Grandvalira.
La prueba comenzaba a las cinco de la tarde, hora a la que normalmente cierra la estación, y que se fijó para no interrumpir una gran jornada de esquí como finalmente se produjo. Todavía con los rayos del sol reinando sobre las pistas de Fuentes de Invierno, se daba el pistoletazo de salida a la carrera.
El primero en atravesar la línea de meta fue el joven esquiador ovetense Ignacio Prieto, que a sus diecisiete años demostró al resto de sus 149 contrincantes los 15 años de experiencia que le avalan. «Sabía que tenía posibilidades de ganar en casa, pero he pasado muchos nervios hasta que he visto que llegaba el primero. Estoy encantado y me lo he pasado genial», decía emocionado al finalizar la prueba.
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